Guñoc, un lugar para descansar el alma
Un lugar mágico entre los andes peruanos.
No siempre contamos con el tiempo para hacer viajes lejanos de 3 o 4 días, a veces tenemos fines de semanas libres estando en Lima (capital del Perú) y queremos salir de la rutina yendo a la aventura.
Y que aventura decidimos tomar. Hoy nos toca un viaje de 2 días y una noche, en un campamento tocando los nevados peruanos. Un viaje especial y muy retador a la cordillera de los Andes perteneciente a Lima, a solo 8 horas en auto, en busca de una joya no muy conocida por muchos. Nuestro destino: los baños termales de Guñoc.
Los baños termales de Guñoc pertenecientes a la comunidad de Uramaza, se encuentran a 4350 msnm, una altura que para aquellos que no están acostumbrados puede ser una experiencia que te deje sin aliento sumados a los 2 o 3 °C, debemos estar preparados para un trekking de alta montaña.
¡Prepárate bien! Recuerda que acamparemos y en la madrugada puede llegar hasta -1 o -2 °C.
Para este viaje necesitaremos ropa térmica o ropa de montaña, recomendamos las 3 capas clásicas para que no sentir frio mientras caminamos. Para estar tranquilos llevamos como segunda capa nuestros suéteres, chullo y guantes de baby alpaca para estar tranquilos, sin frio y ligeros. Consejo: siempre cubran su cabeza del frio, el dolor de cabeza producido por la falta de oxigeno puede ser agravado por el frio. ¡Mantén abrigada tu cabeza!
Además, llevaremos unas zapatillas para trekking, de preferencia impermeables. Una mochila de camping con nuestra ropa de baño y una toalla (sé que dudaran usarlos estando allá, pero al entrar a las aguas todo cobrará sentido), un cambio de ropa, alimento ligero en especial frutas. Un error común es comer algo pesado estando a 4400, la altura y la comida alta en grasas son una combinación que puede arruinar toda tu experiencia.
Llevamos alguna pastilla para el mal de altura y mates de coca para que nos choque menos la altura. Una pequeña cocinita de camping, una olla ligera, linterna, un pequeño colchón inflable, nuestra carpa y sleeping para invierno, una bolsa de basura, una navaja, agua y en nuestro caso una batería portátil para tener siempre los celulares a full para no perdernos de nada.
Comenzamos a las 3 a.m. de un sábado, partiendo en auto desde la San Borja rumbo hacia el norte de Lima. Tomamos la Panamericana Norte hasta llegar a la salida a la carretera a Huaral, empezamos a subir por esta ruta durante casi 4 horas hasta llegar al poblado de Cajatambo (3300 msnm). No sin antes hacer una parada en el camino para poder desayunar antes de empezar la subida a la cordillera.
Una vez en Cajatambo nos deleitamos de un almuerzo sencillo a base de trucha. Nos llevamos un poco de queso y palta para la noche, no nos íbamos a perder la oportunidad de probar el queso de Cajatambo, esta zona es famosa por sus productos lácteos. Y comenzamos la última subida hasta la cordillera de Huayhuash, la que nos tomará 2 horas.
Al llegar al final de la carretera, comenzamos nuestra travesía. Al salir sentimos el viento helado de la cordillera, los 2 °C nos golpean durante el rostro, pero pronto nos olvidamos de todo al ver las montañas que nos rodean junto al cielo azul que nos tocó este día.
Comenzamos nuestro camino durante 1 hora hasta el campamento, con pequeñas subidas y algunos pequeños riachuelos que sortear empezamos a divisar lo que sería nuestra meta tan esperada. Una pequeña fuente de agua humeante nos dice que estamos cerca de nuestra meta. Pronto vemos los baños termales de Guñoc y el campamento donde pasaremos la noche.
Armamos nuestra carpa con el aliento que nos queda, dejamos todas nuestras cosas y nos apresuramos para mojar nuestros pies en las aguas termales y relajarnos un poco de la caminata. Recuerden ir con un guía o alguien experimentado, es necesario pagar S/ 10.00 para poder entrar la zona de camping y tener derecho de uso de las aguas termales (y ¡si! Puedes usarlas en cualquier momento los dos días, incluso en la noche esto es por el momento), sigan todas las recomendaciones de su guía y las normas de la comunidad.
Disfrutamos de un mate de coca caliente mientras estamos sentados en el borde de una de las pozas de aguas termales, mientras contemplamos el hermoso paisaje que nos deja la noche andina.
Se nos acercan 3 comuneros de Uramaza y nos cuentan la historia de como se crearon estos baños termales. Hace como 6 años, la comunidad encontró varios ojos de agua de los cuales brotaba el agua caliente de las termas. Ellos decidieron, en un inicio, armar una pequeña poza que pudiera recolectar el agua para que la comunidad pueda disfrutarlo, sin saber que pronto llegarían excursionistas de la famosa ruta de caminata de alta montaña de la cordillera de Huayhuash, así convirtiéndose en una parada obligatoria para todo viajero que desea descansar y recuperar fuerzas para continuar con su viaje.
Al parecer las aguas termales brotan de formal natural de una pequeña colina a la espalda de las pozas, y al parecer existen muchas fuentes naturales que aún no están siendo aprovechadas. Los comuneros nos explican emocionados que en algún momento construirán más baños termales y que esperan que muchos más viajeros vengan, siempre con la esperanza de que puedan disfrutar de una aventura sin precedentes.
La comodidad de agua caliente y el tan deseado descanso hacen poco a poco merma de nuestra voluntad de querer seguir despiertos. Salimos casi corriendo del agua y nos metemos en nuestras carpas, casi a la velocidad de la luz. La temperatura no es broma, nuestro termómetro nos dice que estamos a 0°C y las nubes nos hablan de que pronto lloverá. Pequeñas gotas en la carpa empiezan a caer y el silencio completo de la noche, son la combinación perfecta para poder descansar de la ajetreada vida de la ciudad.
Al siguiente día nos despertamos muy temprano en la mañana, listos para la siguiente aventura que nos depara. Se que dijimos que la meta eran los baños termales, pero no dijimos en qué momento 😊. Nos espera aún ganárnoslo.
6 a.m. iniciamos con un desayuno ligero lleno de frutas, y junto con nuestro guía empezamos la subida, primero a unas pequeñas cataratas y luego a la impresionante laguna de Viconga, casi casi tocando los 5mil msnm (4700 msnm).
Desde ahí vemos los nevados de Millpu y Pumarinri, imponentes, totalmente blancos. La laguna Viconga nace del deshielo del nevado Millpu, de aguas heladas y cristalinas, son una hermosa recompensa para la caminata de 1.5km que hicimos. Con el aliente robado por los mismos “apus” y la altura, empezamos nuestro recorrido de vuelta al campamento. Con la satisfacción de haber tomado unas hermosas fotos, al fin podemos disfrutar de los baños termales en su máximo esplendor.
Primero entramos a la poza de 35-38°C como para aclimatarse. Damos una breve pausa en el viento frio para sentir esa necesidad de calor y nos apresuramos a entrar en la poza de 40-42 °C, sintiendo como todas nuestras energías vuelven a nosotros y el frio se aleja de nuestro cuerpo. La tercera poza solo es para aquellos que resisten bien los baños calientes, está casi a 45 °C y es excelente para curar molestias en el cuerpo.
Disfrutamos de una bebida fría y agradecemos por haber llegado a este hermoso lugar escondido entre las montañas.
El tiempo es corto y aún más cuando lo disfrutas, el viaje ha llegado a su fin y solo nos queda recoger nuestras cosas, caminar nuevamente esa hora que nos quita el aliento hasta el auto y regresar a la ciudad con el recuerdo de un momento mágico entre montañas, cielos azules, lagunas y aguas de ensueño.
¡Hasta otra aventura!
PD: si aún no te convenciste mira este video!