El descubrimiento: En el interior de la ciudadela de Machu Picchu
Un día como hoy, 24 de julio de 1911 una expedición de la universidad de Yale liderada por Hiram Bingham descubre Machu Picchu. El objetivo de dicha expedición era encontrar la capital de los descendientes de los Incas.
¿Quién era Bingham?
Arqueólogo concienzudo, investigador entregado y meticuloso, dedicó su vida a explorar y dar a conocer su espectacular hallazgo. Sabía de sobra que no era él el primero en contemplar la antigua ciudad inca. Los colonos de la zona estaban al tanto desde siempre de la existencia de unas ruinas en lo alto de la quebrada que caía a pico sobre el valle.
Bingham era consciente de que ser el primero no era lo verdaderamente importante. Lo relevante, lo decisivo, era mostrar y demostrar el valor de esas piedras, desentrañar su significado, situar esa ciudad en la historia y darla a conocer al mundo entero. Bingham lo hizo.
(En la foto vemos a Hiram Bingham)
Bingham tenía un diario al cual le había puesto por nombre:
Would anyone belive what I have found? / ¿Creerá alguien lo que aquí he encontrado?)
¿Qué encontró Bingham en Machu Picchu?
Encontró 555 vasijas, mas de 200 objetos de cobre y plata, además de utensilios y herramientas de piedra. Aunque no se encontraron objetos de oro, se encontraron suficientes hallazgos para afirmar que Machu Picchu databa de la época del Imperio Inca. De los 135 cuerpos encontrados en el lugar, 109 pertenecían a mujeres, 22 a varones y 4 a niños.
¿Quién era Melchor Arteaga?
Continuando con la historia. Al realizar la visita a las ruinas, debemos resaltar la intervención de un personaje muy importante: Melchor Arteaga, él relato a Bingham la existencia de abundantes ruinas en inmediaciones del cerro Machu Picchu. Para acceder a ellas, había que ascender por una empinada ladera cubierta totalmente de vegetación. Conocedor de muchos mitos que circulaban por la zona, Bingham pidió ser conducido hasta este lugar; al llegar a la cima, un niño perteneciente a la familia Arteaga lo condujo hasta donde se asomaban imponentes edificaciones de piedra, cubiertas por un manto verde de espesa vegetación, evidentemente abandonas desde siglos.
(En la foto vemos a Melchor Arteaga)
¿Cómo era la Arquitectura Inca?
Una de las características más llamativas de la arquitectura de Machu Picchu es que la mayoría de las casa tiene una altura de un piso y medio y hastiales en los extremos. Los hastiales (en arquitectura, es la parte superior triangular de la pared) presentan unas piedras cilíndricas salientes que sugiere la antigua existencia de unas vigas de madera. En el caso de esas dos casas adyacentes sólo siguen en pie los hastiales de la cara sur; los del norte han sucumbido, bien a los terremotos, bien a la fuerza destructora de la vegetación.
¿Por qué es el recinto arqueológico más conocido y visitado de toda América del Sur?
El Santuario Histórico de Machu Picchu es una ciudad inca que sobrevuela los Andes desde sus 2.438 metros de altura, un mito hecho piedra inaccesible y victoriosa, cuya notoriedad, prestigio y leyenda no han hecho más que crecer a partir de aquel 24 de julio.
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Los mitos, en cierto modo, todavía persisten. Las teorías se han ido amontonando, fundiéndose y poco a poco fraguando a partir de nuevas investigaciones y más datos. No hay duda de la función religiosa y sagrada de la ciudad, basándose fundamentalmente en su ubicación.
Hoy en días de pandemia COVID 19 Machu Picchu está cerrado, pronto regresará a encantarnos y maravillarnos como solía hacerlo... y no volver a cerrarse más.